31 de enero de 2007

Solo Hazlo

Todos sin excepción a diario tenemos que resolver problemas. Alguna vez se han encontrado con personas que ante un problema cada vez que alguien propone una solución inmediatamente conoce el porque no va a funcionar, y sin importar cuantas soluciones propongamos para el nunca va a funcionar. Gran parte se debe a que a las personas nos gusta estar en el llamado status Quo.
Es naturaleza humana buscar el status Quo y una vez que lo encontramos hacemos todo lo posible por permanecer en el. Muchas personas he visto con antigüedades de 15 o 20 años en el mismo puesto, hasta que los corren o se jubilan. Sin embargo el estatus Quo no siempre es el mejor. Muchas veces esta en nuestras manos el mejorar nuestra situación pero al estar cómodos y seguros, nos resistimos al cambio y terminamos por aceptar nuestra situación. Triste es decirlo poro las personas que juegan a lo seguro son las que más mal les va, y son las que casi siempre toda la vida escuchamos quejándose de todos diciendo que que malos jefes, que poco me pagan, la empresa sin mi no es nada, que no se valora mi trabajo, nunca nos reconocen nada, los puestos y aumentos de sueldo son para los lame botas, etc.
Para nuestra desgracia, cuando aceptamos una situación matamos la creatividad para cambiar las cosas. También buscamos miles de argumentos para seguir permaneciendo en la situación en vez de buscar argumentos que soporte la idea de salir de ella. Esto es un reflejo del estado de la mente de la persona, más no el estado real de la situación.
Sin embargo, todos tenemos una herramienta muy poderosa para salir de la situación, esta es nuestra mente, solo que sin fuerza de voluntad no es muy útil que digamos.
Pongamos por ejemplo el caso del juego de ruleta de los casinos. Estos juegos están hechos con el único propósito de que uno pierda dinero al tener la casa las mayores posibilidades de ganar que las de uno. En el caso de la ruleta tenemos la opción de apostar en que color cae la bola, en negro o en rojo donde la posibilidad es 50% y 50%, algo así como echar un volado en donde si se gana te pagan el doble de lo que apostaste. Normalmente escuchamos cuales son las reglas, las aceptamos y empezamos a jugar. Empieza el juego con nuestro apuesta, se gira la ruleta, la bola cae en un color, se paga o se pierde la apuesta termina el juego y empieza otro. Ante esta situación nuestra única estrategia es apostar para ganar donde perder significaría el fracaso de la empresa. De esta forma podemos perder mucho dinero en poco tiempo y solo los que se sienten con suerte emprenderían semejante empresa.
Pero ahora vamos a ponerle creatividad a la situación, un hecho matemático en los juegos de azar de 50% y 50% es que cuando el primer evento ocurra y caiga digamos negro, en el siguiente turno las posibilidades de que salga rojo ahora son 75% contra 25% del negro, ¿porque? Porque conforme pasan los turnos no puede caer negro todo el tiempo, quizás en el siguiente turno caiga negro otra vez pero ahora las posibilidades están 12.5% contra 82.5% a que caiga rojo y así sucesivamente. Debido a esto por lógica deducimos que es casi imposible que después de ocho turnos la bola caiga en negro y ahí es donde se pone interesante porque ahora ya podemos hacer una estrategia. La estrategia será triplicar la apuesta conforme pasan los turnos, veamos porque: supongamos que en el primer turno apostamos $100 al rojo y cae negro, en este perdimos. Ahora en el siguiente turno apostamos $300 al rojo nuevamente y otra vez sale negro. En el cuarto turno apostamos $900 al rojo y como ya es casi imposible que salga negro ahora ganamos y nos pagan $900 menos los $400 que habíamos perdido en turnos anteriores quedamos con una ganancia de $500. Al ganar nosotros reanudamos nuestra siguiente apuesta con $100 y así sucesivamente.
Lo interesante de esto es que jugamos 100% apegados a las reglas, pero ahora cargando las posibilidades hacia nuestro favor. Dado a que analizamos a profundidad las reglas del juego, conocíamos sobre matemáticas e incluimos la posibilidad de perder, ahora pudimos planear y hacer una estrategia donde para nosotros la ronda no terminaba al finalizar un partida sino varias, y como perder la partida era una opción dentro de nuestros planes, pudimos llegar a una meta final que se extendería después de varias apuestas hasta que cumpliéramos nuestro objetivo que era el obtener dinero.
Los planes y las soluciones a problemas que hacemos en nuestra vida no difieren tanto a la estrategia que acabamos de elaborar: Todos debemos de conocer y analizar las reglas del juego (empleos, matrimonios, política, etc.), tener una meta (hasta donde vamos a llegar), tener un objetivo (porque queremos llegar allí), incluir la posibilidad de perder y muy importante debemos de tener los conocimientos y la preparación necesarios para emprender hacia la meta. Con esto y una poca de creatividad y fuerza de voluntad toda persona es perfectamente capaz de hacer grandes hazañas. Pero para nuestra desgracia de lo que más adolecemos es de la fuerza de voluntad, la gasolina de todo el motor que describimos, y el miedo a perder y al fracaso nos inmoviliza. Otro factor importante es que también se requiere mucho trabajo, esfuerzo, constancia y mucha perseverancia, y pues casi todos no están dispuestos a invertir energías (por no decirles flojos).
De ahí viene muy adoc la frase publicitaria de Nike que tiene un significado más profundo del que parece: “Solo Hazlo” (just do it, en inglés).

22 de enero de 2007

¿Porque gana él más que yo, si hacemos lo mismo?

¿Alguna vez se han sentido mal pagados en su trabajo? ¿Han sentido esa sensación de que hacemos mucho por la empresa y sin embargo esta es una ingrata que no nos remunera de acuerdo a lo que hacemos? ¿Nos disgustamos porque nos pagan menos que otros con puestos y responsabilidades menores a las de uno?
Muchas veces he escuchado esa queja y lo que les voy a comentar quizás no les agrade a los que están en esta situación. Antes de decir porque, vamos a analizar una situación, que sucede cuando decidimos renunciar al puesto que desempeñamos en una empresa. Es bien sabido por los altos directivos que toda persona que labora en una empresa no debe de ser indispensable, sin embargo no son tontos y tienen muy bien identificadas quienes son las personas claves en la empresa.
Debido a que la misión de los altos directivos, que esta por encima de de cualquier otra, es generar todo el dinero que sea posible para los dueños de la empresa (su cuello y su bono dependen de esto) tienen la obligación de mantener lo más bajo posible los costos de la empresa en especial el más caro de todos, esto es la nomina de los empleados. Por esto, si una empresa te paga 100 es porque está generando 1000 con tu trabajo ya que no son ninguna beneficencia pública.
Cuando alguien pone su carta de renuncia inmediatamente los ejecutivos evalúan que tan costoso es remplazar a ese empleado y que tan valioso o productivo es.
Si no le convienes a la empresa inmediatamente te dejan salir pero si les conviene retenerte el primer paso que darán es tratar de disuadirte con sentimentalismos, o sea te dicen que la empresa es una familia, el mercado laboral afuera esta muy difícil, aquí hay mucha oportunidades de superarse y de crecimiento, etc. Si esto no te convence automáticamente viene el ofrecimiento del aumento de sueldo y/o de puesto hasta donde ellos por supuesto consideran razonable. (Un efecto curioso fuera de tema es que con el aumento de sueldo vienen aumento de obligaciones y trabajo, esta situación tiene más tela de donde cortarle pero por hoy ahí queda para los propósitos de este tema)
El detalle a observar aquí es: Si tan valioso eras para la empresa ¿porque no te ofreció desde un principio el sueldo o el puesto que merecías? La respuesta es sencilla, digan lo que digan es porque no lo negociamos y no supimos vender nuestro trabajo a la empresa, la cual se complace en gastar lo menos posible en ti.
Por ahí leí un articulo que decía que en la vida no obtenemos lo que es justo, si no lo que aprendemos a negociar. A muchas personas las ventas les disgustan por lo que prefieren ser un empleados que no tenga nada que ver con ventas. Lo que no han visto es que un día llegaron a una empresa, hicieron una solicitud de empleo, pasaron a una entrevista donde se es evaluado, y si todo va bien el empleador le hace a uno una propuesta de empleo. Aquí es donde en el 99.99% de los casos el empleador te dice “Te pago tanto” y el solicitante solo dice “Si, acepto”.
Realmente son muy pocas las personas que he visto que se ponen a negociar su sueldo y sus responsabilidades en una propuesta. Las empresas crean toda una atmósfera para hacerte sentir que al emplearte te están haciendo un favor, sin embargo, por ignorancia casi nadie de nosotros en ese momento nos ponemos a negociar, a vender lo más alto posible nuestro trabajo. Quienes los hacen ganan mejor que nosotros y tienen mejores puestos. Esto es así porque en una propuesta hay márgenes para negociar dependiendo de que tan interesados estén en el trabajo de uno y por lógica siempre comienzan por el más bajo. En otras palabras no es tan diferente a cuando se quiere comprar un carro y el vendedor tira al precio más alto y el comprador al más bajo y entran en un regateo hasta quedar en un acuerdo. Pero ¿Qué tan lógico es que en cuanto nos diga el vendedor el costo nosotros le digamos inmediatamente “Lo compro”, sin negociar?
En muchos casos no es posible negociar, sobre todo cuando trabajamos por primera vez o cuando son empleos en líneas de producción. Sin embargo, muchas personas se quedan estacionadas en esa circunstancia. Lejos por prepararse y estar dispuestos a hacer un poco más para seguir subiendo en los escalones de la jerarquía de la empresa, se quedan congelados, haciendo el mínimo necesario para que no los despidan y de paso criticando lo mala que es la empresa y sus jefes al no reconocerle y pagarle lo que es debido.
Créanme son pocas las personas que llegan con un jefe y le dicen: “Lic. he considerado que debido a esto, esto y esto la retribución por mi trabajo debería ser esta, si la empresa no le es posible pagármelo pues tendré que buscar otra oportunidad en otro lugar”. O también: “ Lic. veo que las oportunidades son escasas, por lo que quiero proponerle este proyecto para que se ahorre o gane tanto dinero A CAMBIO DE QUE ME PAGUEN TANTO”.
En otras palabras lo que quiero decirles es que nuestro sueldo depende exclusivamente de nosotros mismos. No es injusto que unos ganen más que otros. Nosotros tenemos que hacer valer nuestro trabajo tanto al realizarlo como al negociar el costo por el. En este mundo nunca ha existido igualdad, ningún sistema de gobierno la ha logrado. Una empresa constituida con el deber principal de producir dinero velara primero por sus intereses y en últimas instancias vera por sus empleados, por esto es solo cuestión de saber jugar con las reglas para sacar la mejor tajada. Trabajen duro, prepárense bien para desempeñarlo adecuadamente, capaciten a su reemplazo y vendan su trabajo, hagan publicidad de ustedes mismos. En lo personal he visto que esa es la receta a mejores puestos y mejores sueldos.
Esto creo que es la antitesis de muchos que laboran pero sobre todo de los que al pasar de los años no suben de puestos y sus aumentos solo van acorde al mínimo. Ya lo he escuchado muchas veces, dicen no compartas lo que sabes, has lo mínimo posible, siempre se debe hacer igual las cosas y mientras menos te noten mejor. Creo que fue Einstein quien dijo: Es tonto querer obtener resultados diferentes haciendo lo mismo. Así que piénsenlo. ¿Es mejor el estatus quo o el trabajar duro prepararse y arriesgarse?
No recomiendo recurrir a vanagloriar a los superiores (aka, lame botas), ya que al subir de esta forma tarde o temprano nos exigirán resultados y en caso de no darlos el superior preferirá cortar tu cuello antes que caiga el suyo y ser despedido por ineficiente no es una gran carta de recomendación que digamos o no podremos obtener un puesto similar en otra empresa al no tener una preparación y experiencia real.
Perdón por tardar en postear, pero este tema no fue fácil, tuve que dejar fuera mucho material y repasar lo escencial.

10 de enero de 2007

La Historia del Vaquero.

Hoy en la mañana mientras iba a laborar escuche en la radio un corrido interpretado por Vicente Fernández. Es curiosa la anécdota que me ocurrió mientras lo oía.
Cuenta la historia de un vaquero que estaba muy enamorado de su esposa y relata cuanto la ama pero por las labores propias de los vaqueros éste se tiene que ausentar de tanto en tanto por varios días y en esa ocasión ya llevaba tres días en el cerro con la vacada.
El día que regresa era una noche muy obscura en la que caía una gran tormenta con rayos y truenos. Nadie sospechaba la tragedia que estaba por suceder. Describe como el vaquero llega a su casa, era tal la furia de la tormenta que su mujer no se percata de la llegada mientras dormía, al entrar el a la habitación un relámpago la ilumina solo para ver aunque sea por un momento de forma clara como en la cama se encontraban dos cuerpos.
En ese momento pienso: Auch, Que poca manera de tenerle consideración al marido, el pobre aya partiéndose el lomo para ganarse unos centavos y así mantener a la mujer amada y ve como le paga ella.
Como era de esperarse, el vaquero al sentirse traicionado desenfunda la pistola y empieza a vaciarla sobre los dos cuerpos hasta que ya no hay más balas. Vuelvo a pensar: En serio que si yo estuviera en su situación sin pensarla hubiera hecho lo mismo, se lo merecía.
Pero ho sorpresa, se acerca a los cuerpos y al darse cuenta de lo que ha hecho suelta en llanto lastimero, desgarrador y con alaridos, con una mano abraza fuerte a su mujer y con la otra a su mama, no a su suegra, que se encontraba durmiendo con ella.
¿Qué paso? Pues dice la historia que por la distancia en que se encontraba el lugar donde vivía la mama del vaquero no era común que lo visitara. Pero como en esa noche había tormenta y ella les tenía miedo, fue con su nuera a pasar la noche. Quede mudo, sin palabras.
Termina el corrido diciendo que ambas mujeres fueron enterradas, y que minutos después en el cerro se escucho un disparo. Al ir al lugar donde se escucho el disparo encontraron al vaquero muerto, él se había suicidado. Caray, casi se me sale una lagrima, me senti mal por haber justificado anteriormente la acción.
Moraleja, nunca es bueno asumir ni prejuzgar, siempre debe uno cerciorase de los hechos ya que las apariencias engañan. Alguien alguna vez me dijo que las palabras “Es que yo creí…”, “Es que yo pensé…” y "Es que usted no me dijo..." se encuentran conjugadas en el tiempo pospendejo.

5 de enero de 2007

La serpiente y la luciernaga

Aun escribo el siguiente post, pero me tope con esta otro del baul de las locuras de Aimee
http://bauldemislocuras.blogspot.com/2006/12/la-serpiente-y-la-luciernaga.html
muy a doc al tema de este blog y como buen cyberciudadano que soy en vez de hacer copy/paste les mando el link.

que lo disfruten.

2 de enero de 2007

Todos son iguales

Creo que fue a Albert Einsten a quien le atribuyen la frase “Es tonto querer obtener resultados diferentes haciendo lo mismo”. Aunque lógica la observación, no es tan obvia cuando lo llevamos a la vida diaria.
Conozco muchas situaciones en las que las personas se empeñan a echar la culpa de su situación a las circunstancias, a otras personas, la suerte, el destino, en fin a todo; sin considerar la posibilidad de que sean ellas mismas las que se están causando todo.
Por ejemplo, es bien sabido entre los concejeros matrimoniales que en la mayoría de los casos (ojo, no en todos) de infidelidad entre personas casadas es debido a que hay todo una gran historia de problemas entre ellos que culminan en la infidelidad. En otras palabras la infidelidad es solo la punta del iceberg de los problemas. Sin embargo, la conclusión más fácil y cómoda es “Todos o todas son iguales”. Quizás si, pero cuando ocurre lo mismo con la segunda pareja y la tercera y así sucesivamente, mmm, creo que quien esta causando la infidelidad no es la contraparte si no que hay algo que esta provocando esta persona. Lejos de ponerse a analizar que esta haciendo mal, encarecidamente le hecha la culpa a todo mundo ya sea a la mujer fácil, a la suegra sobre protectora, al marido hormonal, en fin a todo lo que se atraviese y se resguarda en la dulce fortaleza de ser la victima.
Lo más gracioso de la situación es que todos se dan cuenta de las cosas menos uno y nadie se atreve a decirnos, lo que viene a complicar todo. Algunas otras veces amigos verdaderos nos dicen lo que ocurre, pero estamos tan cegados en nuestro papel de victima que empezamos a dudar de ellos y creemos que se están poniendo en nuestra contra.
Todos hemos visto las situaciones pero casi nunca lo vemos en nosotros mismos, tan solo nos justificamos y/o nos disculpamos a nosotros mismos.
Las situaciones en las que esta situación se presenta son tantas, pero ilustremos dos más. No son pocos los padres que por tratar de hacer de sus hijos hombres o mujeres de bien tengan una disciplina muy rígida. Sin embargo, en muchas ocasiones la disciplina no parece tener efecto. Por más que se le diga y se le castigue y se le pegue a un muchacho simple y sencillamente este no hace caso. Los padres se quejan: ya no se ni como decirle las cosas, simple y sencillamente no hace caso. Si no les esta resultando la disciplina que están utilizando ¿Por qué no buscan otra forma de disciplinar al niño o joven? Básicamente creo que esto se debe a que los padres no conocen otra forma, o sea que esta era la manera en que se daba disciplina cuando ellos eran niños o jóvenes y como la mejor familia del mundo casi siempre es la de uno, pues en su manera de ver y en su propio punto de vista ese es el mejor método para disciplinar a todos los hijos porque así funciono bien en el mismo. Son pocos los padres que se dan cuenta que cada niño es diferente y por ende a cada uno se le tiene que disciplinar de forma diferente de acuerdo a su propia personalidad y que si de una forma no resulta pues hay que buscar de que otra manera si puede funcionar, o sea no querer obtener resultados diferentes haciendo lo mismo para todos.
Otro de los casos que más me conmocionan son los del empleo. En infinidad de ocasiones he visto como las personas que somos empleadas muchas veces nos sentimos con derecho a todo porque pensamos que nuestro trabajo es tan importante para la empresa que si uno no lo hiciera la empresa se vendría abajo. Encima de eso lo que nos pagan nunca es suficiente o no esta a la altura de las cosas que hacemos por la empresa. Los aumentos de sueldo y las promociones de empleo, a nuestro punto de vista, casi siempre se las llevan los que vanaglorian a los superiores en un ciclo que se repite año tras año hasta que un buen día o nos corren o ya no aguantamos más y renunciamos solo para repetir el ciclo en el siguiente trabajo. Pero ¿Se ponen estas personas a analizar que esta realmente mal? Lo dudo mucho. No digo que no haya casos en que realmente la empresa sea toda una fichita, pero en la mayoría de las veces las personas nos concentramos tanto en nosotros mismos y nos damos tanta importancia que no podemos ver qué estamos haciendo mal y seguimos embelesados en nuestro papel de mártires.
Pudiera seguir y seguir dando más ejemplos de estas situaciones pero espero que con estos ya les haya caído el veinte.
Por eso, siempre digo que la primera vez pasa una situación desagradable esta no cuenta, la segunda pongo seriamente en duda si no fue mi culpa, pero si pasa una tercera o cuarta o quinta la misma situación… mmm, pues … creo que yo tengo un problema no los demás.