10 de enero de 2007

La Historia del Vaquero.

Hoy en la mañana mientras iba a laborar escuche en la radio un corrido interpretado por Vicente Fernández. Es curiosa la anécdota que me ocurrió mientras lo oía.
Cuenta la historia de un vaquero que estaba muy enamorado de su esposa y relata cuanto la ama pero por las labores propias de los vaqueros éste se tiene que ausentar de tanto en tanto por varios días y en esa ocasión ya llevaba tres días en el cerro con la vacada.
El día que regresa era una noche muy obscura en la que caía una gran tormenta con rayos y truenos. Nadie sospechaba la tragedia que estaba por suceder. Describe como el vaquero llega a su casa, era tal la furia de la tormenta que su mujer no se percata de la llegada mientras dormía, al entrar el a la habitación un relámpago la ilumina solo para ver aunque sea por un momento de forma clara como en la cama se encontraban dos cuerpos.
En ese momento pienso: Auch, Que poca manera de tenerle consideración al marido, el pobre aya partiéndose el lomo para ganarse unos centavos y así mantener a la mujer amada y ve como le paga ella.
Como era de esperarse, el vaquero al sentirse traicionado desenfunda la pistola y empieza a vaciarla sobre los dos cuerpos hasta que ya no hay más balas. Vuelvo a pensar: En serio que si yo estuviera en su situación sin pensarla hubiera hecho lo mismo, se lo merecía.
Pero ho sorpresa, se acerca a los cuerpos y al darse cuenta de lo que ha hecho suelta en llanto lastimero, desgarrador y con alaridos, con una mano abraza fuerte a su mujer y con la otra a su mama, no a su suegra, que se encontraba durmiendo con ella.
¿Qué paso? Pues dice la historia que por la distancia en que se encontraba el lugar donde vivía la mama del vaquero no era común que lo visitara. Pero como en esa noche había tormenta y ella les tenía miedo, fue con su nuera a pasar la noche. Quede mudo, sin palabras.
Termina el corrido diciendo que ambas mujeres fueron enterradas, y que minutos después en el cerro se escucho un disparo. Al ir al lugar donde se escucho el disparo encontraron al vaquero muerto, él se había suicidado. Caray, casi se me sale una lagrima, me senti mal por haber justificado anteriormente la acción.
Moraleja, nunca es bueno asumir ni prejuzgar, siempre debe uno cerciorase de los hechos ya que las apariencias engañan. Alguien alguna vez me dijo que las palabras “Es que yo creí…”, “Es que yo pensé…” y "Es que usted no me dijo..." se encuentran conjugadas en el tiempo pospendejo.

3 comentarios:

Ramón Mier dijo...

Caray, que puntada de dormir con la suegra... ¿no dicía la canción si cada una usaba su propia sábana?

Rob XD dijo...

Jajaja, acaba de surgir una segunda teoría valida que explica el porque de tanta muerte que culmina en suicidio.

Anónimo dijo...

No ma... XD.

Por eso dicen que el celoso no necesita pruebas lógicas, con lo que se imagina tiene suficiente.

saludos.