6 de diciembre de 2006

Rompiendo las reglas.

Ya tenia preparado el tema para el tercer post pero por un comentario que me hizo una amiga vi la necesidad de cambiarlo.
Creo que todos nosotros nos hemos visto en la situación en donde tenemos la oportunidad de hacer trampa o tomar ventaja sin seguir las debidas reglas establecidas además de salir impune y sin consecuencias inmediatas. Esto no solo se aplica a los grandes fraudes si no también a cosas tan simples y pequeñas, por ejemplo, al copiar en exámenes o usar acordeón, al manejar por encima de los limites de velocidad, al ser infiel a la esposa, al tomar para sí el merito en los trabajos cuando este no nos pertenece o a beber alcohol y después manejar un auto. En fin la lista puede ser interminable.
Hoy en día se tiene la cultura de que “Nada esta mal si nadie se da cuenta y nadie salga afectado” o peor aun “Nada esta mal mientras no salga afectado yo, no importa que se den cuenta los demás” o sea me vale un pepino si mis intereses no son alterados de forma negativa.
Pero se han puesto a pensar ¿a quien estamos realmente haciéndole trampa? ¿Estamos realmente sacando ventaja?
Para esto vamos a analizar dos puntos. 1) Ignorancia del propósito de las cosas. 2) Falta de visión al futuro lejano. Para ilustrarlos vamos a ver dos ejemplos.
Creo que una de las cosas más incomprendidas en el mundo son los limites de velocidad en las leyes de transito. Pocas personas saben que detrás de un límite de velocidad hay todo un estudio científico en el cual si respetamos los límites de velocidad y mantenemos las debidas distancias entre automóviles, es muy poco probable que causemos un accidente. (Es improbable que lo causemos, más no el que lo tengamos). Debido a que nuestras conductas obedecen principalmente a nuestras propias experiencias, además ignorando el propósito que tiene dicha ley que acabo de describir, es muy fácil llegar a la conclusión de que algún funcionario bueno para nada puso el límite nada más porque así le dio la gana y como nunca nos ha pasado nada pues ¡ándale! ¡A volarse el límite y manejar rápido porque se me hace tarde o no quiero perder el tiempo! Al fin no pasa nada. Puede ser que jamás tengamos un accidente, pero ¿alguna vez han visto como maneja una persona después de un accidente grave? Hay algunas personas que incluso llegan a pasar años antes de que al menos pueda subirse a un automóvil. ¿Por qué? Porque ahora su experiencia, traumática por cierto, le dice que puede ocurrir al conducir un automóvil (visión al futuro) y es entonces que se da uno cuenta el porque de los limites de velocidad (el propósito de las cosas), ahogado el niño tapan el poso.
Este principio se le puede aplicar a casi todo, pero el que más me impresiona es el de la educación escolar, tema que motivo este post. En los setentas las personas que tenían una carrera universitaria eran muy pero muy pocas, antes no había tantas facilidades como ahora. Al haber pocas personas preparadas en campos relativamente nuevos y de gran demanda era muy común que cualquier persona titulada saliera adelante y le fuera bien en lo económico y social. Debido a esto la nueva generación de papas y profesores inculcaron hasta el tuétano a los niños que para salir adelante hay que estudiar, hay que tener un titulo porque los titulados son los que tiene los buenos trabajos, dinero y prestigio social. Sin embargo, la realidad de hace treinta años no es la realidad moderna. Hoy hay saturación de profesionales y las oportunidades de empleo son muy escasas. Los jóvenes concurren en hordas a las universidades pensando que con un titulo se les va a abrir las puertas del mundo. Nadie les ha enseñado que, como ha ocurrido desde los siglos de los siglos, tienen que empezar en la parte más baja de la jerarquía de cualquier empresa e ir subiendo escalones con duro trabajo, esfuerzo, conocimientos y experiencia acumulada (Dicen que en muchas empresas ya no contratan a recién egresados del Tec de Monterrey porque todos quieren comenzar como gerentes y con un gran sueldo). Los estudios y el titulo ayudan, si y mucho, pero no son el factor principal o determinante para progresar en la vida. Ante la ignorancia del propósito principal de la educación muchos hacen trampa para obtener un titulo, esto es todo lo que se puedan ustedes imaginar, menos el estudiar y prepararse debidamente, para pasar las materias solo para darse cuenta que el titulo por si solo no le va a servir de nada cuando busque trabajo, o incluso cuando lo obtengan, si no esta preparado y mucho menos si no tiene experiencia. Ya se que hay mas factores como las influencias, el ser hijo del dueño, y la vanagloria que le demos a los superiores (aka, lame botas) pero eso no es parte de este tema.
Con esto quiero solamente ilústrales que al hacer trampa solo nos estamos perjudicando a nosotros mismos y a quienes nos rodean aunque en apariencia no se vean las consecuencias inmediatas. Muchos vemos reglas, leyes, tabús, normas morales sin sentido, etiquetas y razonamos lo inútiles y tontas que son en nuestro estrecho campo de experiencia y conocimientos (me incluyo). Sin embargo hay que tener en cuenta que la humanidad lleva aquí miles de años y que si alguien las puso fue por un propósito en base a hechos ya ocurridos. En mi experiencia personal he observado que no es posible romper una regla mientras no comprendamos plenamente el propósito y razón de ser de esta. Tengo en cuenta que en muchas ocasiones las reglas suelen quedar obsoletas o que son utilizadas para manipular y controlar masas (aka, religión y política).
De aquí creo que nace parte del bien y el mal. Si el hombre fuera un individuo que viviera siempre como ermitaño no creo que haya necesidad de poner leyes o reglas. Sin embargo no es así, por naturaleza vivimos en un orden social en donde el bien común es necesario porque lo que le haga uno nos afecta a todos. Creo que por ese motivo nacieron las leyes y las reglas y que por ese motivo existe el bien y hay el mal aunque hoy esta muy desvirtuado. Esto y aquello está bien si nos beneficia y/o esta mal si nos perjudica, no como individuos, sino como sociedad. Ya se que la creación de leyes y reglas dista mucho de ser perfecta, que beneficia a mayorías y perjudica a minorías y viceversa o que son totalmente absurdas, pero este tampoco es el tema en este momento (Como un alcalde de España que prohibió morirse a los habitantes en su condado).
En uno de tantos cursos a los que me han enviado decía que detrás de cada acción buena o mala siempre hay un motivo o intención buena y creo que es el caso de las leyes y reglas. En veces es necesario romperlas, pero hay que conocerlas a fondo para saber porque se deben de romper antes de hacer trampa si no queremos que nos perjudique a la larga.

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